Diez expresiones que deberían desaparecer de la oficina en 2021

25 ene 2021

5 min

Diez expresiones que deberían desaparecer de la oficina en 2021
autor
Clémence Lesacq Gosset

Senior Editor - SOCIETY @ Welcome to the Jungle

Cada año, la misma historia. No hemos terminado de comernos las uvas y ya estamos pensando en que por fin vamos a cumplir con la lista de propósitos que tenemos pendiente desde la vuelta de las vacaciones de verano. En el ámbito profesional, juramos solemnemente que vamos a ser más tolerantes con nuestros compañeros, que vamos a trabajar un poco más (o un poco menos), o que vamos a reunir el valor necesario para pedir ese merecido aumento de sueldo. Todos sabemos que los propósitos no siempre se cumplen, pero sí hay uno que deberíamos cumplir este 2021: desterrar de nuestro vocabulario las diez expresiones y muletillas más insoportables que escuchamos en la oficina (o en las reuniones por videoconferencia).

Para ello, hemos hablado con Quentin Périnel, periodista y columnista del periódico francés ‘Le Figaro’ y autor del libro ‘Las 100 expresiones a evitar en la oficina y otros lugares’, para que nos haga una pequeña selección centrada en el Covid.

1. El monotema del Covid

Desde que empezó la crisis sanitaria, el coronavirus se ha convertido en el empleado número uno de cualquier empresa, aquel del que todo el mundo habla a todas horas. Ríete tú del lío entre fulanito y menganita. ¿Seríamos acaso capaces de evitar el tema del Covid durante una charla entre compañeros? Parece que ahora todos nos hemos vuelto grandes expertos en inmunología, y también en noticias de última hora: no deja de sorprenderme cómo las últimas noticias sobre el Covid tienen la capacidad de circular más rápido por la oficina que los cotilleos de toda la vida.

2. “En el contexto actual”

Por el amor de Dios, ya basta. Sí, ya sabemos que la crisis sanitaria está durando más de lo que cualquiera de nosotros habría podido imaginar. Pero esta no es razón para reducir nuestra existencia al tan repetido “contexto actual”, una molesta muletilla que desde hace casi un año aparece en todas las conversaciones, correos y presentaciones. Personalmente, mi contexto actual no se limita al Covid-19. Al igual que tú, yo también tengo una vida. Y al igual que tú (o al menos eso espero) esa vida va mucho más allá de la mascarilla y el gel desinfectante.

3. “Presencial / a distancia”

El hecho de que términos como “confinamiento” o “teletrabajo” hayan sido candidatos a la palabra del año de Fundéu en 2020 es señal inequívoca de que esta época turbulenta también dejará su huella a nivel lingüístico. Pero esto no significa que estemos obligados a repetirlos hasta la saciedad junto a la máquina de café o durante las reuniones en Teams. Por lo visto, las palabras “presencial” y “a distancia” aparecen hasta en un 81% de las conversaciones entre compañeros de trabajo. Excesivo.

4. “Espero que estés bien” o “Cuídate”

Hubo un tiempo, hace apenas un año, en el que empezábamos nuestras llamadas, correos electrónicos y demás intercambios con un “¿qué tal?” y terminábamos con “hasta pronto”, “que pases un buen día” o incluso “feliz viernes”. Y a pesar de que en la mayoría de los casos empleábamos dichas frases hechas de forma casi automática y bastante impersonal, al menos teníamos la posibilidad de elegir la más adecuada entre ellas. A día de hoy, el coronavirus se ha colado también en todos nuestros intercambios y de pronto es como si los empleados de todo el mundo se hubieran puesto de acuerdo en modificar la fórmula para abrir y cerrar un email. Está claro que lo dicen con buena intención, pero cuando ya llevas leídos cientos de mensajes con las mismas fórmulas, pierden autenticidad.

5. “Ser resiliente”

Debes cuidarte y, sobre todo, ¡ser resiliente! Desde hace ya unos años, la resiliencia está de moda y se ha convertido en la estrella de los libros de desarrollo personal y otros textos de autoayuda. Es un término que he visto tantísimas veces, especialmente este año, que casi me provoca una reacción alérgica cuando lo veo aparecer. Si de verdad fuéramos resilientes, este término no se usaría con tanta ligereza, alterando su significado y quitándole la seriedad que se merece.

6. “Webinar

¿Te apetecen unas patatas fritas con tu webinar? Si la palabra “webinar” te suena más a “webo” que a otra cosa, es normal. Probablemente sea la palabra más fea que ha aparecido con la crisis. Lo peor de todo es que se repite más que el ajo… Si no me crees, no tienes más que dirigirte a tu feed de LinkedIn y en solo unos segundos verás la famosa palabra en alguna publicación. Echa un vistazo a tus correos electrónicos sin leer: seguro que encuentras una o dos invitaciones para participar en un evento online (que con toda probabilidad no te interesa para nada). La palabra “webinar” es un claro ejemplo de esos anglicismos de los que podríamos prescindir, simplemente diciendo “seminario web”, en este caso. Sin embargo, mucha gente no puede evitar usarla sin ton ni son, para parecer más modernos, o mejor dicho, más cool.

7. “Cuando se recupere la actividad económica”

Si bien es cierto que la crisis sanitaria ha ocasionado complicaciones sin precedentes para muchas empresas de diferentes sectores, esta muletilla no deja de hacerme reír cada vez que la leo o se la oigo decir a alguien: “Ya hablaremos cuando se recupere la actividad económica” ¡No me digas! Pero entonces, ¿eso quiere decir que absolutamente toda la actividad está parada? No. La actividad económica, por limitada que sea, no se ha detenido del todo. En realidad, el verdadero objetivo de esta expresión es despachar una solicitud que no se considera urgente.

8. “Igual soy yo el que no se ha explicado bien”

“Creo que he dicho que la reunión empezaba a las 9:30, pero igual soy yo el que no se ha explicado bien”. Son las 9:45, el último rezagado acaba de conectarse a la reunión de equipo por videoconferencia y todos los presentes han escuchado el comentario del jefe de equipo, demasiado humillante para una hora tan temprana. Esta expresión, aparentemente cordial, en realidad pretende insultar indirectamente a la inteligencia de la víctima en cuestión. Vale, puede que después de tantos meses de confinamiento y teletrabajo se nos haya reblandecido un poco el cerebro y ya no retengamos la información como antes, pero ese no es motivo para saltar a la menor oportunidad cuando un compañero se equivoca, se retrasa u olvida hacer clic en “responder a todos”. ¿A quién no le ha pasado alguna vez? Igual soy yo el que no se ha explicado bien, pero creo que te he dado suficientes motivos para dejar de usar esta expresión, salvo que quieras convertirte en el compañero más odioso de la oficina.

9. “Recuperando el tema de…”

Quizás menos ligada a la crisis que las anteriores, pero igual de extendida, me apuesto lo que sea a que te encuentras esta muletilla como mínimo una vez al día, ya sea durante una reunión a distancia o en un correo electrónico. “Como ya comentamos en la presentación de ayer…”. Este primo hermano del famoso “Volviendo al punto de…” cada vez se oye con mayor frecuencia en el entorno profesional. Por el bien de tus compañeros y su salud mental, trata de evitar retomar a toda costa un tema ya comentado, a no ser que sea totalmente necesario (o al menos trata de hacerlo con otra expresión menos evidente). ¡Te lo agradecerán!

10. “A título personal”

Creo que esta es sin duda mi muletilla oficial del 2020 y es vital que la destierre de mi vocabulario en el 2021. A ver, no tiene nada de malo en sí, pero repetirla cinco veces en una entrevista de diez minutos ya es pasarse, sobre todo cuando ni siquiera eres tú el entrevistado. Y esto me lleva a subrayar algo esencial: todos utilizamos muletillas que los demás encuentran insoportables y de las que no somos conscientes. Lo malo es que una de las características de una muletilla es precisamente el no ser consciente de ella, así que ahora te toca a ti identificar las tuyas y deshacerte de ellas. Buena suerte… y ¡cuídate!

Traducido por Rocío Pérez

Foto de WTTJ

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