Cómo conseguir destacar ante el jefe de tu jefe

Te llevas genial con tus compañeros, entre tú y tu mánager hay sintonía y sientes que confía en tu trabajo, pero consideras que ya es hora de dar un paso más allá en tu carrera laboral y la estrategia pasa por establecer contacto directo con el CEO de tu empresa, ¿te suena? Si crees que es hora de que el jefe de tu jefe sepa que existes, habrás de plantearlo con mucho cuidado: una estrategia equivocada puede hacer que tus planes se vayan al traste. Charlamos con una experta en coaching laboral para saber cómo conseguir nuestro objetivo sin estropear la relación con nuestro mánager actual.

A todos nos gusta que se reconozca nuestro buen hacer y nuestro esfuerzo, especialmente por las personas que tienen un rango superior en nuestra empresa, ya que en muchas ocasiones son precisamente quienes tienen una posición de liderazgo quienes pueden ayudarnos a crecer profesionalmente. Y, con frecuencia, eso pasa por conseguir que no solo tu jefe (C+1), sino también el jefe tu jefe (C+2) se fije en tu talento. Sin embargo, no es raro que no sepamos cómo plantear esta estrategia por miedo al juicio crítico de los demás o a que nuestro jefe directo se pueda llevar una impresión equivocada. Te desvelamos cómo trazar la maniobra correcta con ayuda de una psicóloga experta en coaching, para destacar ante tu C+2 sin quedar mal con tu C+1.

1. Primer paso: fijar el objetivo

Toda estrategia necesita un plan de acción para ponerla en práctica, por lo que es clave tener claro cuál es tu objetivo y tus intereses. Tener una meta concreta te ayudará a desarrollar una estrategia, por ello debes hacerte preguntas específicas como a qué puesto aspiras o qué funciones son las que te gustaría ejercer dentro de tu empresa.

“Cuándo sepas cuál es tu meta, debes plantearte qué mensaje quieres hacer llegar a tus jefes para que te ayuden a lograrlo y cuál es el objetivo de la interacción, teniendo en cuenta que es más importante la calidad de la comunicación que la cantidad”, detalla la psicóloga experta en coaching, Carmen Cruz Fábrega.

2. Trazar la estrategia correcta

“En algunos contextos laborales ser ambicioso no está bien visto”, señala Cruz Fábrega, por ello es necesario tener en cuenta varios consejos antes de trazar la estrategia ganadora para destacar ante nuestro C+2:

Conoce los códigos de tu empresa antes de actuar

Cruz Fábrega explica que es importante saber cuáles son los códigos de conducta de la empresa para que nuestra estrategia triunfe: no es lo mismo una empresa pequeña, o con una estructura horizontal donde la comunicación es más fluida, que una empresa grande muy jerarquizada. Para la experta, por lo general, “la comunicación será más difícil cuantos más niveles organizativos haya en la empresa”.

También hay diferencias respecto al estilo de liderazgo que se ejerza: habrá empresas en las que se valore tener iniciativa y otras en las que saltarse la línea jerárquica sea considerado completamente inapropiado. Valora cuál es la situación de tu empresa antes de dar el primer paso.

Intenta crear un contacto directo con tu C+2

Puedes empezar observando su lenguaje verbal y no verbal para evaluar cómo de accesible es esa persona y en qué momentos está más abierta a una interacción, según propone Cruz Fábrega. Si has notado que tu C+2 es accesible y empático, puedes aprovechar los tiempos de espera antes de iniciar una reunión o un encuentro en el ascensor para entablar una conversación que sea relevante, como por ejemplo, “agradecer algo concreto, mostrar interés por el proyecto en el que estáis trabajando, hacer algún comentario sobre un tema en el que está implicado o una pregunta relacionada con el contexto laboral”, aconseja la experta. Lo importante es no forzar estos encuentros, la naturalidad juega a tu favor. Además, estos momentos pueden ser excelentes para poner en práctica tus soft skills.

Sé proactivo

Estate atento a las necesidades de la empresa y las expectativas de tu C+2. Por ejemplo, si menciona un proyecto que ha estado en espera por falta de alguien que se encargase, puedes sugerirle a tu C+1 que tu departamento tome la responsabilidad. De esta manera, compartirás con tu C+1 una propuesta en la que puedas tener relación directa con tu C+2. Toma la iniciativa.

3. ¡Atención! No des un paso en falso

En estas situaciones debemos prestar especial atención, porque un movimiento en falso puede hacer que nuestros planes se vayan al traste. Está bien querer destacar y llamar la atención de tu C+2, pero si te excedes puedes correr algunos riesgos que te alejarán definitivamente de tu plan y pueden incluso llegar a poner a tu C+1 en tu contra.

No apuntes a tu jefe

En ningún caso caigas en la tentación de criticar a tu jefe o a tus compañeros: es una estrategia que no va a resultar beneficiosa para nadie. La cultura empresarial suele valorar el compañerismo, por lo que la cúpula de tu trabajo podría verte como una amenaza si tomas una actitud chismosa o criticona. Además, si quieres llegar lejos en tu empresa, lo mejor será que juegues en equipo y que intentes tener una relación cordial con todos tus compañeros. Incluso si terminas por dejar la empresa, estas relaciones pueden ayudarte en tu futuro laboral, así que cuídalas.

No dejes de lado a tu C+1 ni a tu equipo

Hay gerentes que pueden interpretar los intentos de destacar (por muy legítimos que sean) como una amenaza o un cuestionamiento hacia su labor. Por ello, “es recomendable ser cauto y saber qué terreno se pisa antes de lanzarse a actuar, ya que un desliz podría ocasionarnos una enemistad con nuestro C+1 y esto acabaría siendo perjudicial para nosotros”, señala Cruz Fábrega.

Si quieres destacar un éxito, no dejes de lado a tu equipo y a tu C+1, pues podrías parecer demasiado ególatra o ponerlos en tu contra. En cambio, puedes compartir los avances de todos, no sólo los tuyos, hablando en plural e integrando a tu equipo en el relato. Tampoco dudes en informar a tu C+1 periódicamente de los proyectos que puedas tener con tu C+2. La experta en coaching aconseja también “pedir feedback a nuestro C+1 sobre cómo mejorar nuestra actuación” y hacer así que se sienta integrado en la ecuación.

Olvídate del presentismo

En España tenemos una fuerte cultura del presentismo, por lo que quizá pienses que quedarte hasta tarde en la oficina puede impresionar a tu C+2. Pero, ojo, porque con esta actitud puede salirte el tiro por la culata, pues tu C+1 podría usarla en tu contra y aprovecharla para darte más trabajo. También puede pasar que tus superiores se cuestionen por qué te quedas siempre hasta tan tarde y puedan pensar que eres desorganizado o demasiado lento. Además, trabajar horas de más solo hará que tengas más presión y mantener ese ritmo de trabajo acabará por agotarte.

No te excedas con los halagos

Evita los correos electrónicos sumisos o el interés excesivo en tu C+2. Con una actitud cargada de alabanzas correrás el riesgo de no obtener lo que deseas y seguramente pondrás a tus compañeros en tu contra. Si tienes confianza en ti mismo no necesitas hacer la pelota. Recuerda: apuesta por tu talento y destaca demostrándolo.

No monopolices la atención

Si tienes una reunión o un encuentro formal con tu C+2, ten preparada toda la información importante sobre los puntos que se vayan a tratar y procura que tus intervenciones sean claras concisas y apropiadas al momento. Aporta datos significativos y demuestra que estás implicado en el proyecto y con la empresa. “No se trata de intervenir mucho, sino de que cada intervención sea relevante”, aconseja la experta en coaching. Si no vas a aportar nada, es mejor guardar silencio.

Y por último…

Tener ambición en tu carrera laboral y aspirar a crecer profesionalmente es totalmente lícito. Pero no olvides hacerlo de la manera correcta: apostando por tu talento y habilidades sociales, jugando en equipo y siendo proactivo. Recuerda que no debes esforzarte demasiado en caer bien o en ser el “empleado perfecto” porque podrías acabar estrellándote. No dudes en apuntar alto, pero con una estrategia adecuada que respalde tus esfuerzos.

Foto de WTTJ

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